martes, 24 de julio de 2007

El juicio al cacho



Puta, ramera, barragana, bicha, ligera, meretriz, mesalina, pervertida, viciosa, disoluta, inmoral, robamaridos, descarada, regalada, y un sinfín de formas adicionales a las citadas son buenas para identificarnos allá, a lo lejos, desde la altura del pedestal de las damas, de las “dueñas” de los tipos, de las legales… Toda la grandeza de una fémina, su delicadeza, sus pasiones, sus dichas, sus miedos, sus sueños e incluso los vestigios de inocencia que ningún detergente puede borrar, se van al traste en sólo una palabra, adjetivo, sustantivo, verbo…

¡Qué importa! Nadie se detiene a pensar que tal vez nosotras nos enamoramos desde la clandestinidad, desde las sombras, desde la furtividad y los cargos de conciencia. Nadie –o tal vez sólo unos pocos- se detienen a considerar que muchas de nosotras vamos como corderitos a confesarnos y cumplir la penitencia no por la intención de no volverlo a hacer, sino con la Fe de recibir ayuda divina para volverlo a intentar y lograrlo: Para conquistar al papacito en cuestión, para que lo que el hombre ha unido amparándose en el nombre de Dios y quizás con mal ojo y puntería, y que Dios ha tambaleado al cruzarlo a uno en el camino, se separe de la forma menos caótica y dé cabida a un verdadero –aunque para muchos ilegítimo- final feliz.

El punto es que yo he preferido autodenominarme “El Cacho” para no ser tan ruda conmigo misma y a la vez desafiar a las señoras puritanas asumiendo mi posición en la guerra que libro no por dinero o lujuria ni por conveniencia, sino simplemente por ganar el amor de un hombre, su compañía, o nada…

Lo que más me acongoja de esta situación no es ser el cacho, sino que tal condición es hereditaria y para esa tampoco existe detergente. Sin lugar a dudas y sin derecho a pataleo, una vez consumado el hurto del marido en cuestión, mis hijos serán, indiscutiblemente, unos hijos de puta.

Y si estoy aquí escribiendo estas vainas no es porque quiera fama o compasiones virtuales, ni porque me enorgullezca de tumbarle el marido a otra. Escribo, simple y llanamente, porque quiero ser el cacho y no sé cómo, porque vivo como El Coyote, porque generalmente me sale el tiro por la culata y porque, en fin, he llegado a la conclusión de que ser el cacho no es tan fácil.

Incluso he empezado a sospechar que ser puta viene genéticamente programado, que uno lo hereda de alguien, que si la abuela de uno bailó o no cancán entonces uno será o no una leona, una fiera seductora e irresistible. No obstante, haberme formado en un colegio católico y conocer la alta tasa de putas con hijas monjas; es decir, de monjas hijas de puta, me lleva a dudar de mi teoría científica y pesimista. El hecho de que mi madre sea una santa es el tiro de gracia para concluir que Mendel debió pasar menos horas escribiendo pendejadas y más tiempo montando cuernos. Así, si algo he aprendido desde que pretendo ser el cacho, es que las verdaderas bichas no nacen… ¡Se hacen!

Ahora, pues, échenle bolas los que me quieran juzgar, digan lo que tengan que decir, solidarícense o respiren por la herida, según sea el caso. Eso sí, no dejen de echarme una mano en este negocio tan complicado que es meterse a robamaridos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA, BICHITA CREO Q TU PROBLEMA ES QUE TE GUSTAN LOS HONBRES CASADOS Y TE DA ENVIDIA VERLOS TAN FELICES Y ENMORADOS DE SU PARAJA, POR LO TANTO BUSCA ALGO MAS QUE HACER, QUE SEA MAS INTERESANTE QUE QUITARLE EL MARIDO A OTRA¡¡¡
RECUERDA QUE SI EL VIENE A TI DE ESA MANERA VENDRA OTRA COMO TU¡¡ Y TE HARA LO MISMO PORQUE TODO LO QUE VIENE MAL MAL SE VA¡¡ ASI QUE VIVE TU VIDA DE UNA FORMA MAS TRANQUILA Y SIN PERJUDICAR A NADIE Y QUE DIOS TE BENDIGA Y TE HAGA REFLEXIONAR SOBRE TUS ACTOS.

Keyly dijo...

Analiza todo lo que haces...no es fácil, pero si se puede...
No eres feliz y eso debes tomarlo en cuenta...Eres importante y eso tambien debes tomarlo en cuenta..

3rn3st0 dijo...

Mi primera visita, mi primera lectura. No juzgo, no quiero hacerlo, tampoco puedo ayudar, por lo menos no públicamente.

Seguiré pasando, leyendo.

Saludos desde Barquisimeto :-)